Ya. Sé que odias cosas de mí, como por ejemplo mi cabezonería o lo rencorosa que soy. Los muchos líos en los que me he metido, y bueno, tú a veces también. Pero sé que tú no eres como yo, y que por mucho que nos enfademos o discutamos, recuerdo tantas cosas que hacen que todo se pase o, también, darles menos importancia. Porque sé que hemos pasado momentos buenos, malos y muy malos. Hemos estado en fiestas, cumpleaños, exámenes y excursiones juntas, las cuales yo las guardo en el cajón de buenos recuerdos. Pero todo lo bueno, a veces termina y vienen esas cosas malas. Rachas que parecen que nunca se acaban, pero que a veces duelen menos teniendo alguien a tu lado. Y de verdad te digo que gracias pequeña alma gemela. Porque cada vez que oigo “mi vida eres tú” de el dragón, me acuerdo de ti, y de esa primera tarde en la que lloré por el mismo motivo que tú. No fue un buen momento, pero desde entonces puedo decir que te quiero mejor amiga.
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