''My nightmares are usually about losing you''. Peeta Mellark.

lunes, 25 de noviembre de 2013

No hables de lo que no sabes ni la mitad.

No hables de mí, de mi vida, nadie sabe realmente cómo es. Nadie sabe lo que es no ser suficiente como yo lo soy. Nadie sabe lo que es ser 5 ''hermanos'', los 4 más perfectos que se podrían desear, y tú, luego estás tú. Nunca sonríes, estás tan vacía por dentro, que te has cansado hasta de fingir. Tantas sonrisas irreales que no puedes más. Las comidas familiares son críticas hacia a ti. 'Cambia tus notas, cambia tu cuerpo, estás gorda, estás amargada'. Intentas contener el nudo de tu garganta, pero no puedes. Te acaban de romper en mil pedazos, como siempre hacen. Corres a tu cuarto, y es ahí, donde quieres ver si hay un dolor más fuerte que el que hay en tu pecho. Coges una cuchilla, la miras, y luego a tu muñeca. Es entonces en ese momento que no te importa nada más, sólo quieres verificarlo, necesitas un dolor más fuerte que el de tu corazón roto, así que no te importa si te equivocas y llegas más allá, si te mueres. No importa. Las lágrimas corren por tu mejilla y ves tu sangre brotar de una pequeña brecha. Vuelves a hacerlo. Una, dos, tres, hasta diez brechas en las que sale sangre de tu muñeca. Y no sientes dolor, no sientes nada más que felicidad. Es cierto, hay un dolor más fuerte que el de tu pecho, puedes estar tranquila. Lloras. Terminas de desahogarte. Y guardas la cuchilla. Sabes que habrá una próxima vez. Sabes que lo repetirás. No es sólo eso, ahora los cortes son parte de tu vida. Unos eligen la música, otros a las personas, y tú eliges las cuchillas como anestesia.
Es entonces cuando alguien se da cuenta. Cuando te miran las muñecas y ven esas cicatrices que nunca pensaron ver en ti. ¿Tú mal? ¿Alguna vez? Imposible. Es entonces, cuando se dan cuenta, el miedo que da lo que se puede esconder detrás de una simple sonrisa.

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