Me prometiste “nunca me separaré de ti” y… ¿Dónde estás?
Me dijiste “Estaré contigo en los buenos momentos y también en los malos” y no te encuentro en ninguno de los dos.
Me dijiste “pasamos por un mal momento, pero intentaremos arreglarlo” y parece que ya te has aburrido de intentarlo…
Me prometiste quedar el lunes pero no pudiste, mejor el jueves pero te surgió otra cosa y al final dijiste lo siento pero no puedo quedar.
Y, ¿sabes lo que realmente más odio? Que después de tantos años creí que eras diferente a las demás, que podía confiar en ti y que lo nuestro resistiría a los golpes más duros, con tu amistad entendí su verdadero significado, aunque ya parece que se ha acabado. Ahora ya perdí la ilusión y me cuesta aferrarme a alguien por miedo a que me hagan lo mismo. Tú parece que encontraste a personas mejores que yo, y solo espero que te vaya bien. Porque déjame decirte que, aunque a veces pienso en ti, y que te echo de menos, yo también estoy mejor.
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