Y hay tantos momentos en los que te gustaría...
mandarlo todo a la mierda!
Tantos momentos que te sientes menos que nada.
Tantos momentos en los que le das consejos, fuerzas, animo a todos aquellos que lo necesitan, pero sientes que nadie es capaz de animarte a ti.
Muestras sonrisas, sales de fiesta, intentas no aparentar estar mal, pero es algo que no puedes controlar y cuando estas mal, nadie quiere estar contigo , porque aburres, están hartos de tus quejar, de tus llantos y de tus caras tristes.
Ya no eres nada para nadie y nunca lo serás. Ya no le importas a nadie.
Eres una más entre un montón de gente. Te ven pero no saben quién eres ni cómo te llamas, ni nada de ti, incluso puede que ni se hayan fijado de que existes.
Y entonces es cuando te das cuenta de que ya no vives en ese mundo, en el que pensabas que vivías que todo era perfecto y que tú eras necesaria para alguien.
Nadie te necesita, siempre habrá alguien que te pueda sustituir y lo peor es que para ti , si hay personas insustituibles…
Tantos momentos que te sientes menos que nada.
Tantos momentos en los que le das consejos, fuerzas, animo a todos aquellos que lo necesitan, pero sientes que nadie es capaz de animarte a ti.
Muestras sonrisas, sales de fiesta, intentas no aparentar estar mal, pero es algo que no puedes controlar y cuando estas mal, nadie quiere estar contigo , porque aburres, están hartos de tus quejar, de tus llantos y de tus caras tristes.
Ya no eres nada para nadie y nunca lo serás. Ya no le importas a nadie.
Eres una más entre un montón de gente. Te ven pero no saben quién eres ni cómo te llamas, ni nada de ti, incluso puede que ni se hayan fijado de que existes.
Y entonces es cuando te das cuenta de que ya no vives en ese mundo, en el que pensabas que vivías que todo era perfecto y que tú eras necesaria para alguien.
Nadie te necesita, siempre habrá alguien que te pueda sustituir y lo peor es que para ti , si hay personas insustituibles…
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