Que no, que no hay príncipe azul, ni verde, ni amarillo, ni violeta. Solamente princesas, princesas tontas. Princesas que sueñan con encontrar algún día a ese príncipe. Y es que, ¿realmente piensan que la felicidad de una princesa depende de si tiene príncipe o no?. Por supuesto que no, tenemos que ser felices por nuestras acciones y por nosotras mismas, porque hay que quererse. Somos princesas rebeldes, sin príncipes. Teniendo princesas, ¿para qué queremos príncipes? Podemos ser felices sin ellos, teniéndonos las unas a las otras. No, no dependemos de nada ni de nadie para ser felices. Somos nosotras mismas, princesas que no necesitan nada de nadie, sólo ser buenas con la vida y la vida será buena con ellas. Pequeñas princesas sin príncipe que no besan ranas, eso es sólo cuento para niños. Los príncipes no existen y las ranas siempre serán ranas. Por eso yo, princesa feliz de cuento sin príncipe declaro hoy: día internacional de las princesas felices.
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