-Suéltame. No me toques...No me vuelvas a tocar nunca más. Vete con ella, lárgate, no quiero volver a verte...
Ojalá todo lo que se me está pasando por la cabeza pudiese salir de mis labios. Me muero de ganas de mandarte a freír espárragos. Ojalá pudiese.
-Perdóname.
-Solo sabes pedir perdón pero eso no arregla nada.
-Ya sé que no arregla nada pero por favor, tienes que entenderme.
-Lo único que entiendo es que no te importa lo que yo pueda llegar a sentir por ti. No soy un juguete, y para ti, sí lo soy.
-Solamente me gustas, quiero enamorarte.
-Ya lo has hecho, ¿Contento?
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